Saludablemente

12, Enero 2021

¿Por qué nos despertamos varias veces en la madrugada?

Dormir de corrido no es siempre tan simple. Abrir los ojos a mitad de la noche, mirar el reloj y ver que el tiempo no pasa, es más común de lo que creés. En Vida & Salud te contamos por qué ocurre y qué podés hacer para descansar mejor.

Los especialistas afirman que el descanso se organiza en ciclos de aproximadamente 90 minutos, que incluyen distintas fases. En cada transición es normal tener microdespertares que, muchas veces, no los notamos, pero cuando sí lo hacemos y nos cuesta volver a dormir, empieza la preocupación. 

Causas más frecuentes 

Estrés: la mente sigue en “modo activo”. Pensamientos, preocupaciones, listas pendientes, todo eso puede sacarte del sueño varias veces en la madrugada.

Horarios internos del cuerpo: entre las 3 y las 5 de la mañana el cortisol (hormona que nos ayuda a estar alertas) empieza a subir, y esa transición coincide con una fase de sueño más ligero. 

Molestias físicas: reflujo, dolor, necesidad de ir al baño o incluso apnea del sueño (interrupción de la respiración que fragmenta el descanso) pueden ser las causas del despertar. 

Hábitos que no ayudan: cenar muy tarde, mirar el celular en la cama, tomar café después de la tarde o estirar demasiado la hora de dormir son pequeñas decisiones que, sumadas, terminan quitándole calidad al sueño. 

¿Cuándo preocuparse?

Despertarse de manera ocasional es normal. El problema aparece cuando: te lleva más de media hora volver a dormir; ocurre más de 3 veces por semana; se sostienen durante al menos 3 meses; o generan cansancio, irritabilidad, problemas de concentración y memoria durante el día. En este caso, se puede tratar de un insomnio de mantenimiento y conviene consultar a un profesional.

Cambios en tu rutina pueden mejorar tu descanso. Si las dificultades siguen, consultá con un especialista.

Claves para mejorar el descanso

Mantener una rutina estable: acostate y levantate, en lo posible, en horarios parecidos.

Ambiente adecuado: una habitación oscura y silenciosa hace la diferencia.

Menos pantallas antes de dormir: la luz azul frena la melatonina, clave para el descanso.

Probá técnicas de relajación: respiración profunda, mindfulness, lectura tranquila.

Movimiento durante el día: el ejercicio ayuda a que el cuerpo llegue más naturalmente al descanso.

Asociá la cama al descanso: usala solo para dormir, no para trabajar o mirar series.

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