12, Enero 2021
Caña con ruda: tradición y significado
Cada 1° de agosto, en muchas regiones de Argentina, Paraguay y el sur de Brasil, se repite un ritual que combina sabor, creencias populares y un fuerte vínculo con la naturaleza: beber caña con ruda para atraer la salud y alejar los males durante todo el año. Pero, ¿de dónde viene esta costumbre que atraviesa generaciones y se mantiene tan viva?

Un ritual con raíces en la tierra
La tradición de la caña con ruda está vinculada al inicio del mes de agosto, un período que, para los pueblos originarios del litoral y la región guaranítica, era considerado difícil para la salud. Las bajas temperaturas, las lluvias y las enfermedades respiratorias afectaban tanto a las personas como a los animales.
Para enfrentar estos “malos aires”, se recurría a la ruda macho, una planta medicinal reconocida por sus propiedades digestivas, antiespasmódicas y protectoras, a la que se le atribuían también poderes para alejar la mala energía. Al mezclarla con caña —un aguardiente de alta graduación— se potenciaba su efecto y se aseguraba su conservación durante todo el año.
El legado guaraní y la celebración de la Pachamama
Beber caña con ruda el 1° de agosto no es solo un acto preventivo: también es una manera de honrar a la Pachamama, la Madre Tierra. En las culturas originarias, este mes marcaba el inicio de ofrendas y agradecimientos por los frutos que brindaba la naturaleza y, al mismo tiempo, era un pedido de protección para la nueva temporada.
Con la llegada de la colonización y el paso del tiempo, la tradición se mezcló con celebraciones populares y rurales, hasta convertirse en un ritual colectivo que hoy trasciende lo religioso: un momento de encuentro, de conexión con nuestras raíces y de celebración de la vida.
¿Cómo se hace y cómo se toma?
La preparación es sencilla y comienza varios días antes:
- Se coloca ruda macho en un frasco con caña blanca (también puede ser ginebra o aguardiente).
- Se deja macerar al menos una semana para que libere su aroma y propiedades.
Cada 1° de agosto, se bebe en ayunas, siguiendo la creencia popular de tomar tres sorbos seguidos para asegurar la protección durante el año.