Maternidad

12, Enero 2021

Rocío Sánchez Moccia: “Me impulsó mi familia y mis ganas de querer cumplir un sueño”

Rocío Sánchez Moccia, una Leona que, a tan solo cuatro meses de convertirse en mamá por primera vez, viajó junto a su equipo a Tokio para disputar los Juegos Olímpicos. La delantera de la selección femenina de hockey sobre césped relata cómo vivenció esta experiencia deportiva, la importancia de la contención familiar y su maternidad.

Rocío junto a su beba Francesca.

A tan solo cuatro meses de ser mamá, viajaste a Tokio para competir en los Juegos Olímpicos. ¿Te costó tomar la decisión de viajar?  ¿Qué te impulsó?

“Si y no, todos los días que la miraba me decía a mí misma cómo iba a hacer para poder dejarla un mes, no me lo podía imaginar, pero a la vez cuando entrenaba y se acercaba más la fecha, me iba haciendo la idea y esa decisión se hacía un poquito más fácil. 

Me impulsó mi familia, y mis ganas de querer cumplir un sueño y disputar otro Juego Olímpico”.

En el transcurso del embarazo, ¿lo veías como una posibilidad? ¿Lo dialogaste con tu familia, con tu entrenador y/o compañeras?

“Sí, pero sabía que no iba a ser fácil y que también existía la posibilidad de que no pudiera jugar. Hablé del tema con todos, especialmente con mi familia porque sin ellos hubiese sido imposible y con el entrenador (Chapa Retegui) también”.

Luego de ser madre, retomaste el entrenamiento con rapidez. ¿Cómo fue la preparación física? 

“La preparación fue dura, sobre todo a nivel mental. Mi cabeza iba a una velocidad y mi cuerpo a otra, mucho más lento, así que, si bien fue progresiva, de menos a más, debía ser intensa porque no tenía mucho tiempo”.

¿Qué sentiste al volver a la cancha después de varios meses?

“Me costó aceptar que no estaba como siempre, y que me iba a llevar tiempo estar bien, pero desde el día uno que arranqué con hockey, me sentí feliz, extrañaba mucho jugar”.

¿Cómo fueron los días lejos de tu beba? ¿Cómo sobrellevaste la distancia? ¿En quién/quienes te apoyaste?

“Veía a Francesca por fotos y videos todos los días, la extrañé muchísimo, pero sabía que estaba bien cuidada, con su papá, sus abuelas, abuelo y tías así que estaba muy tranquila. Traté de disfrutar todos los días”.

Rocío destaca el apoyo incondicional de su familia.

En tus redes sociales, compartiste un posteo muy conmovedor donde relatás cómo influyó la distancia en la lactancia. ¿Sentiste presiones sociales y/o personales respecto a este tema? ¿Cómo fue tu experiencia?

“No, la verdad que ninguna presión. Lo que escribí fue lo que viví, y lo que tenía en mi mente. Estaba segura de que cuando volvía de los Juegos Olímpicos, Francesca iba a agarrar la teta otra vez y cuando volví, Fran no quiso saber nada. Probé varios días, tuve charlas con puericultoras para ver cómo podía hacer, pero después entendí que ella no quería y yo no podía obligarla, sólo entenderla y adaptarme a esta nueva etapa.

No sentí presión, pero cuando volví de los Juegos había sido la Semana de la Lactancia y me pareció lindo compartir mi experiencia, porque muchas veces las redes sociales muestran todo color de rosas y no ven lo que hay detrás; todas las mujeres pasamos por distintas cuestiones con respecto a la lactancia. Compartiendo mi experiencia quizás muchas pueden identificarse y no sentirse solas”.

“Compartiendo mi experiencia quizás, muchas mujeres pueden identificarse y no sentirse solas”.

Si tuvieras que describirte, ¿cómo era Rocío antes de ser madre? ¿Y ahora?

“Creo que no cambié mucho, noto que tengo más paciencia y estoy más comprensiva, sobre todo con mi mamá, ahora sí la entiendo (se ríe)”.

¿Cómo influye la maternidad en tu carrera deportiva? ¿Cómo equilibrás esos dos roles?

“En lo que más me influye es en el descanso, hay veces que no duermo muy bien e ir a entrenar es bastante duro. Pero dentro de todo lo llevo bien y otra vez acá aparece la familia porque sin ellos, no es posible, porque no puedo ir a entrenar y llevar a Fran conmigo, sí o sí necesito que la cuiden”.

¿Sentís que se respetan los derechos de las madres dedicadas a un deporte de alto rendimiento? ¿Por qué?

“En los Juegos Olímpicos de Tokio claramente se vio que no, si bien no fueron “normales” por todos los protocolos y pandemia de por medio, muchas madres olímpicas lactantes se hicieron escuchar porque querían seguir dando de mamar a sus hijos y por estas políticas que hubo no pudimos. Y ahí sí fue donde tuvimos que elegir entre el deporte y ser mamás, cuando se pueden hacer las dos cosas perfectamente si se hubiesen manejado de otra forma.

Este es un ejemplo, pero creo que todavía estamos lejos de lograr que no tengamos que elegir entre ser mamás y deportistas, más apoyo, más lugares donde se puedan hacer ambas cosas con las condiciones necesarias”.

“Creo que todavía estamos lejos de lograr que no tengamos que elegir entre ser mamás y deportistas”.

Se percibe un equipo sólido, muy compañero, ¿cómo se “entrena” el compañerismo?

“Para mí es un valor, porque dentro del compañerismo hay muchas cosas, respeto solidaridad, igualdad, saber compartir. Y este grupo de Leonas supo tener todo eso y llevarlo como bandera, afuera y adentro de la cancha”.

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