Saludablemente

12, Enero 2021

Así podés controlar el enojo

La ira cotidiana puede desestabilizar nuestro bienestar e impactar negativamente en nuestro entorno. Pero no es el sentimiento per se lo que más inquieta, sino aquello que decimos o hacemos durante ese momento. Así, mientras más frecuentes sean estos episodios, más se desgastan los vínculos y puede suceder que no consigamos lo que queremos por, justamente, actuar de esa manera.

La clave está en transitar, detectar el enojo y practicar diferentes ejercicios para calmarse en el pico más problemático de la situación:

hombre gritando enojado a mujer en una habitacion con una cortina blanca y luz natural
  • Transmitirle al cuerpo que debe relajarse con ejercicios de respiración (desde el diafragma, no desde el pecho) y alejarse por unos segundos del lugar donde ocurrió la situación.
  • Hablar con uno/a mismo/a-: ¿qué me enoja? ¿Qué quiero conseguir? ¿Qué quiero evitar?. Repetirse reiteradas veces “calma, tranquilizate”, en un lugar apartado, también ayuda a bajar la tensión.
  • A menudo, en una situación de enojo, las personas tienden a dramatizar los hechos y a exagerarlos. Una buena estrategia es reemplazar esos pensamientos por otros más comprensibles con uno mismo. Por ejemplo: “esto es horrible, es terrible, arruinó todo, no hay vuelta atrás” cambiar por “esto es muy frustrante y estoy sintiendo mucha angustia pero no voy a solucionar nada enojandome”
  • La lógica vence a la ira. Aún cuando la ira es justificada, puede volverse irracional en un segundo. Solemos utilizar palabras como “siempre hacés esto” o “nunca puedo lograr esto”. Frenar en ese momento y preguntarse ¿verdaderamente “siempre” hace lo mismo? ¿O hay veces en las que no? ¿Nunca pude lograrlo? ¿O en realidad no me estoy acordando de ello?. 

El “humor tonto” es otra estrategia que puede bajar los ánimos acalorados de una situación conflictiva. Si está discutiendo con un amigo, familiar, pareja, puede ser que en el medio de la discusión recuerden alguna situación irrisoria que les sucedió para cortar con el ambiente de tensión. De más está decir que si la ira se vuelve incontrolable, siempre es mejor consultar y buscar ayuda profesional.

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