Cultura y sociedad

12, Enero 2021

El rol del lenguaje en la salud mental

salud mental

Son tiempos de revisar cómo nos hablamos. El lenguaje que utilizamos en relación con la salud mental son aspectos cruciales que merecen una atención especial. La forma en que nos comunicamos puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y psicológico de las personas, ya sea que estén lidiando con determinados diagnósticos o simplemente enfrentando desafíos emocionales cotidianos.

En los últimos tiempos han sucedido algunos cambios con respecto a esta temática, motivados por la comprensión social acerca del impacto que tiene el lenguaje y el reconocimiento de la diversidad y en ello la importancia de valorar las diferencias y poder incluirlas desde la palabra.

Justamente una comunicación adecuada puede ayudar a evitar daño o que se vulnere emocionalmente a las personas. En términos de prevención y promoción de la salud mental, el uso inapropiado o insensible del lenguaje puede tener consecuencias graves en las personas afectadas. Por ello es clave que se implementen estrategias para mantener comunicaciones responsables y respetuosas. 

Algunas estrategias para revisar

Es muy importante utilizar términos que no perpetúen estigmas o discriminación hacia grupos específicos de personas. Por ejemplo, en lugar de utilizar términos despectivos como “loco/a” o “demente”, se promueven términos más empáticos como “persona con una problemática de salud mental”. Este cambio en el lenguaje no sólo respeta la dignidad y la autonomía de las personas afectadas, sino que también contribuye a crear un entorno más comprensivo.

Se recomienda no usar términos como “peligroso/a” para referirnos a personas con una problemática de salud mental, es decir, no vincular directamente a las personas con un trastorno mental con la violencia, la agresividad y la peligrosidad porque esto contribuye a reforzar los prejuicios que existen en la sociedad respecto a los mismos.

Reconocer y respetar las diferentes identidades de género, orientaciones sexuales, etnias, culturas y experiencias personales que influyen en la salud mental de cada individuo. Por lo tanto, es importante evitar generalizaciones y estereotipos al hablar sobre temas de salud mental, y en su lugar, adoptar un enfoque que reconozca la diversidad.

Es fundamental abordar este tema con sensibilidad y precisión en diferentes áreas de índole privada y pública. Y es clave que los profesionales de la salud, los medios de comunicación y la sociedad en general se esfuercen por comunicarse de manera clara, precisa y sin prejuicios cuando se trata de cuestiones relacionadas con la salud mental.

Un ejemplo que podemos aprovechar es la plataforma Cómo lo digo (CLD): https://www.comolodigo.com.ar/ un buscador de palabras y expresiones vinculadas con temas sensibles y cambiantes relacionados a discapacidad, suicidio, bullying, abuso, diversidad, entre otros. Es una producción de Fundación La Nación, que brinda la posibilidad de cambiar la forma en la que sentenciamos en una oración.

El vocabulario en el ámbito de la salud mental son componentes fundamentales de una sociedad más compasiva, inclusiva y consciente. Al adoptar un enfoque respetuoso y sensible en nuestra comunicación, podemos contribuir a la creación de un entorno en el que todas las personas se sientan apoyadas en su camino hacia el bienestar emocional y psicológico.

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