Cultura y sociedad

12, Enero 2021

La jornada laboral infinita: ¿por qué nunca dejamos de trabajar?

Un nuevo informe de Microsoft revela cómo el caos digital y la hiperconectividad están reconfigurando nuestra relación con el trabajo.

En una era marcada por la inteligencia artificial y el trabajo híbrido, Microsoft alerta sobre un fenómeno que atraviesa a millones de empleados en todo el mundo: la jornada laboral infinita. 

En el reciente “Informe Anual del Índice de Tendencias Laborales 2025”, la compañía revela cómo el día laboral se extiende mucho más allá del horario tradicional, erosionando el tiempo de descanso, afectando la concentración y redefiniendo el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.

Un día que empieza antes de levantarse

Según datos de Microsoft 365, el 40% de las personas ya revisa sus correos a las 6 de la mañana, mucho antes de iniciar formalmente la jornada. El trabajador promedio recibe 117 correos diarios, la mayoría apenas hojeados. Mientras tanto, los mensajes en Microsoft Teams ya superan los 150 por día. La consecuencia es un ritmo vertiginoso desde el primer momento.

El espejismo de la concentración

El horario con mayor potencial productivo —entre las 9 y las 11 de la mañana— es también el más invadido por reuniones. Las interrupciones son constantes: un empleado es interrumpido cada 2 minutos por chats, correos o reuniones, lo que fragmenta el tiempo de foco. Incluso en las tardes, que en apariencia están más libres, aumentan el uso de aplicaciones como Word, Excel y PowerPoint, sin que eso implique concentración real.

Noche y fines de semana: los nuevos espacios de trabajo

El trabajo ya no termina al final del día. Las reuniones después de las 20 hs crecieron un 16 %, y un tercio de los empleados sigue enviando correos a las 22 hs. Los domingos por la noche se transforman en “segundos lunes”: el 5 % de los trabajadores retoma el mail después de las 18 hs. Según el informe, esto refleja un patrón de desgaste silencioso y progresivo.

Reaccionar, más que crear

El caos digital no solo sobrecarga, sino que impide planificar. El 57 % de las reuniones no está agendado previamente, y muchas incluyen a más de 65 personas. La comunicación, cada vez más fragmentada y distribuida en múltiples zonas horarias, contribuye a una sensación de estar siempre corriendo detrás de lo urgente.

¿Cómo romper el ciclo?

Microsoft plantea tres caminos para transformar esta dinámica:

  1. Regla 80/20: centrarse en el 20 % de las tareas que generan el 80 % del impacto, delegando el resto a la IA.
  2. Reorganizar los equipos: pasar del organigrama tradicional al “diagrama de trabajo”, donde los grupos se conforman según objetivos y se apoyan en agentes inteligentes.
  3. Convertirse en jefes de agentes: aprender a trabajar con IA como aliados estratégicos, como lo hace Alex Farach, investigador de Microsoft, que utiliza tres agentes para buscar papers, analizarlos y redactar reportes.

¿Hacia dónde vamos?

El estudio concluye que el desafío no está solo en automatizar tareas, sino en rediseñar el ritmo del trabajo. La IA tiene el potencial de ofrecer alivio, pero si se aplica sin revisar procesos, solo acelerará un sistema que ya muestra signos de agotamiento. La pregunta no es si el trabajo cambiará, es si nosotros también lo haremos.

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