12, Enero 2021
Microsoft da un paso hacia la “superinteligencia médica”
La empresa creada por Bill Gates presentó recientemente un nuevo modelo de IA que combina múltiples modelos avanzados (ChatGPT, Gemini, Grok, entre otros) para replicar el proceso de diagnóstico médico paso a paso.
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) se metió en casi todos los rincones de nuestra vida. Pero ahora está dando un salto mucho más ambicioso: ayudar —y quizás algún día liderar— diagnósticos médicos complejos.
Microsoft acaba de presentar un avance que podría cambiar la forma en que entendemos la medicina: un sistema de IA llamado “MAI Diagnostic Orchestrator” (MAI-DxO), capaz de analizar síntomas, pedir estudios y llegar a conclusiones con una precisión que, en ciertas pruebas, superó con creces a médicos humanos.
Una máquina que piensa como un médico
Hasta ahora, la mayoría de los sistemas de IA médicos podían responder preguntas cerradas, como las de un examen de opción múltiple. Pero MAI‑DxO va más allá: imita el proceso clínico real. Recibe un caso, analiza los datos, formula hipótesis, solicita estudios, vuelve a analizar, compara alternativas… en resumen, piensa paso a paso como lo haría un profesional humano.
Y lo hace combinando lo mejor de varios modelos de inteligencia artificial —entre ellos, algunos muy conocidos como ChatGPT o Gemini— que funcionan juntos como si fueran un equipo médico debatiendo entre sí. A eso lo llaman “cadena de debate”, y parece estar funcionando.

¿Qué tan bien funciona?
Para probarlo, los investigadores le dieron al sistema 304 casos reales publicados en el prestigioso New England Journal of Medicine. Los resultados sorprendieron: la IA llegó al diagnóstico correcto en un 80% de los casos, mientras que un grupo de médicos reales resolvió solo el 20%. Además, el sistema eligió estudios más económicos y acertados, reduciendo costos en un 20%.
¿Desplazará a los médicos?
No por ahora. Desde Microsoft insisten en que esta tecnología no viene a reemplazar a los médicos, sino a asistirlos y potenciar su trabajo, sobre todo en entornos con pocos recursos o ante casos muy complejos. La palabra final siempre seguirá siendo humana.
Sin embargo, este anuncio no solo muestra lo lejos que llegó la inteligencia artificial, sino también hacia dónde podría ir la medicina. En un futuro no tan lejano, podríamos tener asistentes médicos virtuales ayudando a los profesionales —o incluso a nosotros mismos— a entender mejor lo que nos pasa.
Mientras tanto, la gran pregunta sigue en pie: ¿estamos listos para confiar en una máquina cuando se trata de nuestra salud?