Saludablemente

12, Enero 2021

“En medio de todo lo que pasamos, la medalla de plata fue como un oro para nosotras”

La capitana y emblema de Las Leonas hace poco tiempo anunció su retiro del hockey profesional tras 15 años en el seleccionado nacional. De cara a una etapa completamente nueva, habló sobre el deporte y sus ganas de encarar nuevos proyectos.

Noel Barrionuevo, defensora y capitana consagrada de Las Leonas anunció hace muy poco que le ponía fin a su carrera en el hockey sobre césped. Sin embargo, los nuevos y, en algunos casos inesperados desafíos, no dejaron de presentarse en la vida de la campeona del mundo y medallista olímpica.

A los pocos días de brindar un emotivo mensaje en redes sociales en el que confirmaba su decisión, aceptó el reto de ascender al volcán Lanín en una misión solidaria sin haber escalado nunca antes en su vida. Así se la ve y percibe a Noel, entusiasta, enérgica, positiva, una líder dentro y fuera de la cancha.

“Yo tengo cero montaña, pero la causa me incentivó a decir que sí”, dijo a Vida & Salud sobre la misión encabezada por la Asociación Puentes de Luz, de San Martín de Los Andes (dedicada a mejorar la calidad de vida de chicos con discapacidad), que se concretó en los primeros días de diciembre. “Al principio no me animaba pero me fueron convenciendo de a poquito y acepté. Fue un desafío personal muy importante. Hay algo muy groso detrás”, agregó.

Su camino profesional fue, sin dudas, un éxito de principio a fin. Formó parte del seleccionado nacional durante 15 años, obtuvo tres medallas olímpicas (plata en Londres 2012 y Tokio 2020- 2021 y bronce en Beijing 2008); un campeonato mundial (Rosario 2010); logró dos consagraciones a nivel panamericano (en Río de Janeiro 2007 y Lima 2019) y también consiguió seis títulos del Champions Trophy (2008, 2009, 2010, 2012, 2014 y 2016).

Tras la consagración en Tokio 2021, con 37 años, Noel eligió ponerle fin a su carrera deportiva. “Ya lo venía pensando y tenía la idea de darle un cierre en 2020, justamente después del Juego Olímpico, pero después con esto de la pandemia, que se postergó, se me hizo bastante cuesta arriba”, contó.

“Pensé en que tenía que hacer un esfuerzo más, porque no quería retirarme en una pandemia, sino en un torneo. Fue una decisión sumamente difícil, pero ya no estaba con las mismas energías de antes; y yo siempre que estuve en el seleccionado lo hice al 100%, nunca estuve a media máquina”, explicó Barrionuevo.

El desafío de entrenar en cuarentena y la esperada llegada a Japón

La irrupción de la pandemia y las restricciones que se extendieron buena parte de 2020 afectaron a todos los rubros y sectores del país. En el caso de los deportistas profesionales, como sucedió con los atletas olímpicos, una pausa de semanas e incluso meses podría traducirse en el peor escenario alguna vez imaginado.

“Necesitábamos entrenar como fuera. Al principio conseguimos unas bicicletas fijas del gimnasio, que nos prestaron, unas barras, mancuernas, para seguir un poco en casa, con lo que se podía, en el espacio que cada una tenía”, recordó la defensora. “Después nos dieron los permisos a todos los atletas olímpicos, para ir al CENARD. Y luego se fueron abriendo más posibilidades, hacíamos concentraciones en el interior, donde estábamos aislados”, relató.

Foto: Rodrigo Jaramillo

La situación, sumada a la incertidumbre propia del contexto, generó que el esfuerzo fuera y valiera doble. “Fue entrenar lejos de la familia, en un momento en que no había vacunas todavía, yo en el medio tuve COVID, la pasé muy mal, me dio miedo porque perdí gusto, olfato y no sentía las piernas”, apuntó.

Aunque el camino haya estado colmado de experiencias y grandes triunfos, sin dudas los últimos Olímpicos tuvieron un sentido especial y muy emocionante para la deportista.

“Yo me contagié para Semana Santa y todo el tiempo pensaba en que faltaba muy poco para los Juegos Olímpicos, en cómo iba a hacer para estar bien, para recuperarme. Y en el medio de todo eso, haber llegado con todo el equipo bien, y encima a una final olímpica y poder tener esta medalla, para nosotras fue como oro”, aseguró. “Volvería a pasar todo lo que pasamos por esto que logramos como equipo, tan fuerte”, remarcó Noel.

Desde el primer momento, según destacó, sintieron el apoyo incondicional del público argentino, que en cada partido se traducía también en ilusión y esperanza de gloria. “Pese a estar tan lejos sentíamos el aliento y apoyo de todos, que para un deportista que representa al país eso es una energía muy linda, a nivel individual y para el equipo. La gente nos alentó en todo momento, aun cuando empezamos perdiendo contra Nueva Zelanda y pensábamos que nos iba a ir muy mal”, consideró. “Ese acompañamiento también hace al grupo, a las ganas de seguir y no bajonearte”, insistió.

“Pese a estar tan lejos sentíamos el aliento y apoyo de todos. Para un deportista que representa al país eso da una energía muy linda”.

Una vida ligada al hockey

La historia empezó en el Club Ciudad de Buenos Aires, por pura diversión. “Empecé a jugar por mis hermanos, que somos 5. Y nunca me imaginé ni tenía en mente formar parte de la selección, representar a mi país”, recordó al mirar un poco hacia atrás. “Sucedió a medida que fui creciendo, me fueron llamando para representar a mi ciudad en las provincias y me empezó a gustar cada vez más”. Desde entonces, no se detuvo. El profesionalismo y el compromiso se consolidaron, y tanto el deporte como el equipo se transformaron en su estilo de vida y también en parte de su familia.

“Ahora quiero disfrutar de mi familia, de mis sobrinos y amigos. Pero también estoy esperando, quiero escuchar propuestas, ver qué me interesa hacer y qué no, porque desde que tengo uso de razón más o menos, jugué al hockey. Hay que descubrir”.

“El hockey es un deporte en equipo, y para mí es un bonus extra porque tenés a tus compañeras, que son amigas. En un momento veía más a mis compañeras que a mi familia, porque viajamos un montón, para competir afuera, para entrenar, y terminan siendo tu familia”, reflexionó Barrionuevo.

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