Cultura y sociedad

12, Enero 2021

Valeria Schapira: “Los viajes son como una intuición en cadena”

Valeria Schapira ‘una mujer en constante evolución’ como ella misma se define, es
periodista y escritora -lleva publicados una docena de libros- y es creadora de Viajo Sola,
un emprendimiento multiplataforma dedicado a viajar y recomendar lugares. En una
charla con Vida & Salud nos cuenta más sobre el proyecto, experiencias y consejos.

“‘Viajo Sola’ nació, técnicamente, sobre finales de 2018 en Buenos Aires. En realidad nació en mi imaginación hace muchísimos años, yo tenía tipeado hasta en mi máquina un proyecto de programa de viajes que nunca movilicé demasiado, quizás porque entendí que iba a ser difícil que un canal de televisión me lo organizara”, comienza diciendo Valeria y agrega:

“Quedó ahí en el tintero…cuando falleció Joy, mi perro amado, decidí que era el momento de ponerlo en práctica. Así nació Viajo Sola y la primera ciudad a la que fui fue Ushuaia, es un poco la ciudad madrina de este emprendimiento”.

Nos cuenta que ha viajado sola desde que tiene uso de razón, que su primera vez fue a los 17 en tren a Tucumán para participar de un acto de un partido político en el que militaba y luego a los 18 por una beca de verano a Washington; y así nos invita a conocer más sobre sus experiencias, vivencias e ideas atravesadas por la elección de viajar en solitario, como también le gusta decir.

¿Por qué viajar solo/a puede ser una buena idea?

“Primero por la conexión con uno mismo. El conocerse a uno mismo permite vincularse mejor con los demás y tener más herramientas para manejarse en la vida. Luego, descubrirse y re- descubrirse… muchas veces no somos conscientes de los recursos que tenemos hasta que nos ponemos a prueba, y viajar solo es una buena prueba. Los seres humanos tenemos una falsa sensación de control sobre lo que nos va a suceder, sobre el universo…y en realidad en los viajes, en la vida, pasan cosas que están fuera del mapa y ver cómo reaccionamos ante ellas es muy esclarecedor y también nos hace conscientes de todos los recursos que podemos desplegar ante nuevas experiencias.

Otras ventajas de viajar en solitario son manejar los propios tiempos, poder escuchar nuestros propios intereses. Cuando estás viajando a un destino que elegiste, con tu propia compañía, podés priorizar aquellas cosas que te llenan el alma”.

Entre mates, Valeria reflexiona sobre los prejuicios que existen ante esta elección y dice que: “se vencen haciendo, los miedos se superan también, haciendo…no rumiando pensamientos. Entonces no hace falta irse a Alaska en el primer viaje, quizás empezar yendo al cine una tarde en tu grata compañía, luego otro día animarte a hacer una visita guiada en el Palacio Barolo (Barrio Monserrat, Buenos Aires) o ir a comer, tomar un café en la esquina de tu casa e ir viendo cómo te sentís”.

¿Cómo desmitificamos esta especie de ‘miedo popular’?

“Los que abrimos camino con algo siempre somos vistos como locos… viajo sola para muchos es ´viajás sola porque no tenés pareja, porque nadie te quiere’…entonces los miedos populares se desmitifican mostrando que uno hace, que es feliz, que rompe con mandatos y estructuras; y así se van animando. Me escriben muchas mujeres jóvenes y me sorprende porque no solo yo he viajado sola. Así que ha corrido mucha agua bajo el puente, sin embargo, todavía hay mucho por desmitificar”.

¿Cuáles creés que son los mejores destinos para comenzar?

“El destino que te resuene. Si tenés miedo, temores o barreras recomiendo algo cerquita. Por ejemplo, si vivís en Buenos Aires, podés pasar un día en Colonia o Tigre. Hacé un programa de ir a comer o algo cortito para ver cómo te sentís y de a poquito ir perdiendo el miedo. Ir en bici solo, sentarse en una plaza…pequeños pasos llevan a grandes caminos”.

“De cada experiencia me llevo siempre lo aprendido de los demás, las culturas, esto que remarco siempre de salirse del ombligo. Me llevo nuevos sabores, olores, culturas, desafíos…porque de cada experiencia siempre se abre otro lugar al que ir. Los viajes son como una intuición en cadena”.

¿Algún lugar que te haya marcado?

“La Antártida que tiene una vibración muy particular, es un lugar que es magia pura, que te contacta no solo con tu finitud sino con la inmensidad del universo. Es un lugar donde no hay nada para comprar y hay todo por vivir…la Antártida fue un antes y un después en mi vida. Esa experiencia polar y cruzar el círculo polar antártico que solo cruzan 2000 personas por año a mí me marcó y quedará siempre como un grato recuerdo en mi corazón”.

¿Algún viaje pendiente que quieras hacer?

“¡Sí claro! Me gustaría ir a la India, Japón, el Ártico, hacer el tren transiberiano y el viaje a Ucrania que me quedó pendiente. Iba a ir este año, tenía el pasaje para conectar con mis raíces, mi árbol genealógico porque mis abuelos son ucranianos. Sin embargo terminé participando de un corredor humanitario que trajo ucranianos de Polonia a España; así que de alguna manera un pedacito de ese viaje se pudo hacer”.

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