Saludablemente

12, Enero 2021

¿Qué es la huella de carbono?

¿Qué importancia debemos darle? ¿Está vinculada al cambio climático? ¿Podemos hacer algo para reducirla? Todas las respuestas a esas preguntas en esta nota.

huella de carbono
Imagen de Getty

El cambio climático es una preocupación mundial. Cuando nos referimos a él, hablamos justamente de los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero desde hace mucho tiempo, las actividades humanas han sido el principal motor.

A medida que aumenta la concientización sobre el cambio climático, también lo hace el deseo de hacer algo al respecto. En ese sentido, puede resultar difícil establecer una conexión entre la vida cotidiana y cómo podemos ayudar a cambiar la situación, debido a la gran escala de los problemas que causa.

Una forma de entender de forma cuantificable el impacto de nuestras acciones, para bien y para mal, es a través de lo que se conoce como huella de carbono

¿Qué es la huella de carbono?

Es la suma total de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que han tenido lugar para que se produzca un producto o se realice una actividad.

Para la mayoría de los consumidores, estos productos se pueden clasificar en 4 categorías: 

  • el uso de la energía en el hogar
  • el transporte
  • los alimentos
  • el resto: son, sobre todo, los productos que compramos, desde los utensilios hasta la ropa, pasando por los coches y los televisores.

Cada una de estas actividades y productos tiene su propia huella; la huella de carbono de una persona es el total combinado de los productos que compra y utiliza, las actividades que realiza, etc.

¿Cómo reducirla?

Las medidas que una persona puede tomar para reducir su huella de carbono personal fundamentalmente depende del tipo de estilo de vida que lleva.

Los pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia a largo plazo, por ejemplo en lo relacionado con el transporte, los alimentos, las prendas de vestir y los residuos. Algunos ejemplos:

  • Consumir alimentos de estación 
  • Limitar el consumo de carne
  • Utilizar bolsas de compra reutilizables y evitar los productos con un embalaje de plástico excesivo 
  • Utilizar la bicicleta o el transporte público
  • Reducir el consumo en la calefacción / aire acondicionado
  • Acortar el tiempo que se pasa bajo la ducha 
  • Desenchufar los aparatos electrónicos mientras no sean utilizados
  • Reciclar tus residuos
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