12, Enero 2021
¿Se puede saber si alguien miente con solo mirar su cara?
Si bien no se considera una ciencia, la “magia” detrás de las microexpresiones despierta mucho interés y curiosidad.
¿Te pasó que alguien te dice algo y sentís, sin saber por qué, que no te está diciendo toda la verdad? Tal vez no fue una corazonada, sino una microexpresión. Esa fugaz señal en el rostro —una leve tensión en los labios, una ceja que se alza medio segundo— podría haber delatado una mentira. Pero, ¿es eso realmente posible? ¿La cara nunca miente?
Una verdad incómoda: detectar mentiras no es tan fácil
Aunque la serie “Lie to Me” pudo haber generado cierta expectativa sobre esta “ciencia”, la idea de leer las emociones y detectar mentiras observando el rostro tiene base científica. El psicólogo Paul Ekman fue pionero en el estudio de las microexpresiones faciales, gestos involuntarios que duran apenas una fracción de segundo, pero que pueden revelar emociones ocultas como el miedo, la culpa o la ira.

La serie, protagonizada por Tim Roth, popularizó esta técnica mostrando a un especialista en detectar mentiras que colabora con la policía y empresas. Aunque se trata de ficción, “Lie to Me” se inspiró en investigaciones reales y tuvo a Ekman como asesor científico, lo que le dio una notable cercanía con la realidad.
¿Ciencia o pseudociencia?
La psicología del comportamiento no verbal es una rama legítima, pero la detección de mentiras basada en ella está llena de matices. Algunos estudios sostienen que los expertos en microexpresiones pueden identificar signos de engaño con mayor precisión que la persona promedio. Pero también hay investigaciones que advierten sobre una tasa de error elevada y riesgos éticos, sobre todo en ámbitos como la justicia o la seguridad.

De hecho, muchas de las técnicas más populares que se venden como “lectura infalible del rostro” carecen de evidencia científica sólida. El peligro de creer ciegamente en ellas es obvio: se puede acusar erróneamente a alguien solo por una mala interpretación facial.
Entonces, ¿la cara miente o no?
La cara puede delatar emociones, pero no siempre revela intenciones. Una sonrisa falsa no siempre esconde una mentira, y una mirada esquiva no garantiza culpabilidad. Lo más sensato es combinar la observación con el contexto, el lenguaje corporal general y, claro, el sentido común.
Porque al final del día, todos —en algún momento— mostramos una cara que no dice toda la verdad.