Saludablemente

12, Enero 2021

Namasté Yoga para la vida

Si nunca te vinculaste con una práctica de yoga, te puede sorprender. Hay un mito que pareciera asociar este ejercicio, que para algunos es una forma de vivir, solo con la relajación. Sin embargo, ahondando en ella nos podemos encontrar con diferentes formas de experimentarla.

El yoga es una disciplina que tiene como objetivo lograr equilibrio entre cuerpo y mente. Involucra la respiración a conciencia como clave para poder llevar adelante una buena experiencia. 

Seguramente escuchaste más de una vez la expresión “Namasté”, es un saludo que significa “me inclino  ante ti”, e invoca la idea de que todas las personas comparten la misma esencia y la misma energía. 

Si bien hace muchos años que se conoce sobre el yoga relacionado a una práctica más espiritual, en occidente nos enfrentamos a un yoga más moderno, como ejercicio para reducir el estrés y dedicarse un momento del día para uno mismo. 

Hay diferentes tipos de yoga, para todos los gustos. Podemos hacer yoga para jóvenes, para bebés,  para embarazadas, para niños y niñas o gente mayor. También podemos practicar si tenemos alguna lesión, si queremos trabajar la flexibilidad y alineamiento, para relajarnos o transpirar. 

Dentro de los diferentes estilos, algunos de los más populares son: Hatha (yoga de la fuerza, completo  que involucra ciertas exigencias),  Ashtanga (sigue varias series específicas de posturas en un orden determinado), Kundalini (enfatiza los efectos de la respiración), y Nidra (es un método de relajación profunda, mental y física). 

Podríamos nombrar muchos más, pero la búsqueda es personal. Si aún no lo hiciste y te interesa iniciar esta práctica podés buscar qué te resulta más atractivo o qué necesitás actualmente. 

Es muy recomendado para contribuir a un estado de bienestar, que complemente una relación armónica entre nuestras emociones y  nuestro cuerpo físico.

¡A DISFRUTAR DEL YOGA!

Los componentes clave de este ejercicio son: 

Respiración o PRANAYAMA. Es fundamental el control de la  respiración y lograr la comunión de la misma con el movimiento,  hasta lograr que estén integrados. 

Posturas o ASANAS. Las posiciones son movimientos determinados que ayudan a aumentar la fortaleza, la flexibilidad y el equilibrio en nuestro cuerpo. Estas varían en dificultad y complejidad. 

Meditación. Las clases usualmente terminan con una breve meditación, apuntando a la relajación y aquietar la mente.

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