Saludablemente

12, Enero 2021

Bruxismo: causas y tratamientos de un trastorno muy común

El bruxismo es una dolencia que afecta a muchas personas, pero afortunadamente existen variadas alternativas para su tratamiento. En esta nota, la odontóloga Daniela Cirico Cubarle nos cuenta cómo reconocerlo y cuáles son las posibles soluciones.

Odontóloga Daniela Cirico Cubarle MP: 6146

Cuando realizamos actos tan simples y cotidianos como hablar o ingerir alimentos, ponemos en juego un complejo aparato de nuestro cuerpo que está integrado por los maxilares, los dientes —y sus elementos de soporte—, la articulación temporomandibular, la lengua, los labios, las porciones altas de la laringe y la faringe, venas, arterias, nervios, mucosas y piel.

Se trata del sistema masticatorio, que interviene en actividades funcionales, como masticar y hablar; y parafuncionales, como por ejemplo morderse los labios, las mejillas y las uñas, y apretar o rechinar los dientes.

Si bien existen varias definiciones médicas del Bruxismo, en términos generales se lo describe como la actividad de rechinar o apretar los dientes durante el sueño, junto con el proceso de desgaste de las piezas dentarias, y la presencia de sonidos o incomodidad en los músculos de la mandíbula, en ausencia de otros trastornos médicos que los provoquen.

Puede manifestarse en distintos momentos del día y según la evidencia científica esta variación está vinculada a distintas causas. El Bruxismo Nocturno tiene su origen en el sistema nervioso central, vinculado a un trastorno del sueño conocido como parasomnia, y asociado a factores fisiológicos, biológicos, neuroquímicos y genéticos. Además, existen factores agravantes como las malas oclusiones, el estrés y el consumo de tabaco.

El Bruxismo Diurno o de vigilia se presenta generalmente asociado a situaciones de estrés y a la presencia de otras patologías o trastornos vinculados como la depresión, la ansiedad y la angustia; así como también a la utilización de ciertos medicamentos (neurolépticos, anfetaminas o antidepresivos).

La mayoría de las personas que sufren de bruxismo, lo descubren en una revisión odontológica de rutina. Para confirmar el diagnóstico, se analizan los antecedentes del paciente, se realiza una exploración clínica y se solicitan exámenes complementarios.

Diagnóstico y tratamiento

La mayoría de las personas que sufren de bruxismo, lo descubren en una revisión odontológica de rutina. Por lo general, acuden a la consulta ante la aparición de algún síntoma agudo o porque alguna persona de su entorno (especialmente si duerme acompañado) capta el ruido que produce al rechinar los dientes. Para confirmar el diagnóstico, se analizan los antecedentes del paciente, se realiza una exploración clínica y se solicitan exámenes complementarios.

En cuanto a las distintas opciones de tratamiento, el principal objetivo será lograr disminuir el dolor y evitar que se produzca un daño dental irreversible. Siempre atendiendo a las causas que provocan el Bruxismo, entre la amplia variedad de métodos terapéuticos, se podrá optar por ajustes oclusales, restauraciones protésicas u ortodoncia para corregir malas posiciones dentales.

En paralelo, frecuentemente se sugiere el cambio de algunos hábitos para disminuir los de factores de riesgo, como por ejemplo, la restricción de consumo de café, tabaco y alcohol y la adopción de técnicas de relajación o tratamiento de psicoterapia para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.

Desde el enfoque odontológico, los dispositivos interoclusales —placas de relajación, férulas oclusales y férulas de descarga—son lo más difundidos hasta la fecha. Con estos aparatos se consigue reducir el desgaste dentario, el dolor facial y la fatiga muscular y está comprobado que durante su uso se reduce la actividad muscular durante la noche y por consiguiente, la sintomatología.

Entre los métodos más novedosos, la aplicación de la Toxina Botulínica Tipo A en los músculos masticadores ha demostrado también ser una excelente herramienta para combatir las alteraciones del bruxismo. Se trata de un potente relajante muscular local que actúa por un período amplio de tiempo (3 a 6 meses), relajando los músculos masticadores afectados sin producir los efectos secundarios de los relajantes musculares sistémicos.

Bruxismo

Principales Síntomas

  • Dolor de cabeza: del músculo temporal
  • Dolor de oídos: debido a la afectación de la Articulación Temporomandibular
  • Hipersensibilidad dental al cepillado o a los alimentos calientes o fríos
  • Atrición: desgaste acelerado y prematuro de los dientes y restauraciones
  • Hipertrofia muscular: en músculos masetero y temporal
  • Dolor facial e inflamación de los músculos de la mandíbula
  • Dolor al masticar
  • Fracturas dentales
  • Contractura muscular y rigidez
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