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12, Enero 2021

La pandemia y el abandono escolar

Unicef compartió los datos de una encuesta que realizaron sobre el impacto de la pandemia en la situación educativa de niños, niñas y adolescentes. Recopilamos los datos más relevantes del informe, y los compartimos.

Getty Imágenes

El inicio del ciclo lectivo 2020 estuvo signado por la interrupción de clases presenciales. Esta situación que fue concebida inicialmente como temporal finalmente se prolongó en el tiempo, alcanzando parte de la escolaridad del año siguiente. Intermitencias, burbujas, presencialidad y virtualidad fueron las palabras claves en ese contexto.

Unicef llevó adelante una encuesta de percepción sobre el impacto de la pandemia en la situación educativa de los hogares con niños, niñas y adolescentes. El relevamiento fue realizado a una muestra de hogares de todo el país y se implementó entre el 24 de abril de 2021 y el 12 de mayo de 2021.

Compartimos algunos de los datos más relevantes sobre la situación en general de los hogares: un gran % han experimentado reducción de ingresos, debieron recurrir a préstamos y fue clave la ampliación de la cobertura de programas alimentarios (Tarjeta Alimentar) y medidas de protección salarial en relación con transferencias monetarias (AUH, Potenciar Trabajo, PROGRESAR).

Otros aspectos que se manifiestan en relación a los hogares encuestados, es que las mujeres a cargo de niñas, niños y adolescentes, son quienes afrontan de manera desigual la carga de tareas domésticas y de cuidados. Y que “en el 7% de los casos los niños y niñas quedan al cuidado de hermanos o hermanas menores de 18 años y en un 10% se quedan solos”.

ABANDONO ESCOLAR DURANTE EL 2020

Adentrándonos en los datos, en lo que respecta a la escolaridad, los resultados ofrecen estimaciones que permiten obtener una aproximación al universo de niños, niñas y adolescentes que durante el año pasado se desvincularon de la escuela.

  • “En el 6% de los hogares hubo estudiantes que discontinuaron su escolaridad durante 2020”. 
  • “En valores absolutos, es posible inferir que al menos 357.000 niñas, niños y adolescentes vieron interrumpida su escolaridad en 2020”.
  • “Las desvinculaciones parecen haberse producido en mayor medida en los hogares donde residen adolescentes entre 13 y 17 años. En valores absolutos, equivale a unos 126.500 chicos y chicas”. 
  • “Asimismo, se observa que entre quienes no cuentan con dispositivos electrónicos o acceso a internet domiciliario el porcentaje de abandono crece al 13%”.

En el 6% de los hogares hubo estudiantes que discontinuaron su escolaridad durante 2020”.

Si bien las estadísticas durante el 2020 fueron alarmantes, el 81% de quienes señalaron que algún niño, niña o adolescente había discontinuado su trayectoria afirmaron a su vez que este año habían vuelto a la escolaridad. Es importante reparar en que en el 19% de estos hogares sigue habiendo estudiantes desvinculados de sus escuelas. Representa en términos absolutos unos 67.000 hogares, de los cuales la mayor parte proviene de los sectores más desfavorecidos”.

“En cuanto a los adolescentes encuestados, se observan valores similares: del total que afirmaron haber abandonado la escuela el año pasado (126.500) el 78% retomó los estudios en 2021 y el 22% de quienes interrumpieron su escolaridad en 2020 permanecían desvinculados aproximadamente 27.000 adolescentes”. 

Entre los motivos por los cuales no habían regresado a la escolaridad destacaron que los estudiantes se habían “desenganchado” de la escuela o bien que se vieron atravesados por problemas de salud, situaciones de embarazo, maternidad o paternidad.

ALGUNAS CONSECUENCIAS

Como se evidenció en 2020, los efectos secundarios que produjeron las medidas de mitigación de la transmisión del virus y la interrupción de las clases presenciales tuvieron un gran impacto en la salud mental. 

La situación excepcional asociada a la pandemia “generó entre las niñas y los niños de 3 a 12 años la emergencia de expresiones de malestares subjetivos que se fueron profundizando con la extensión temporal de la cuarentena: las niñas y los niños se angustiaban fácilmente o lloraban mucho, se enojaban más que antes, estaban irritables, ansiosas o ansiosos y/o tenían altibajos emocionales.  También, algunas y algunos manifestaban cambios o trastornos en la alimentación y/o el sueño”. 

“Generó entre las niñas y los niños de 3 a 12 años la emergencia de expresiones de malestares”

IMPACTO DEL REGRESO A CLASES PRESENCIALES

Durante el 2021 se ha podido retomar de cierta forma la presencialidad. Si bien se mantiene la diversidad de escenarios respecto de la modalidad de cursada, la mayor parte asiste en modelo combinados: presencial y virtual. Y la “vuelta” a clases, trajo algunos nuevos indicadores, que merecen destacarse:

  • “9 de cada 10 respondieron de modo afirmativo”, ante la consideración de que el retorno a la presencialidad escolar había tenido un impacto positivo en el estado de ánimo de las niñas, niños y adolescentes del hogar.
  • “El 90% afirmó que estaban contentos de volver a la escuela y 6 de cada 10 destacó que disfrutaban de reencontrarse con sus compañeros y compañeras”.
  • “Un 23% manifestó que notaba mayor motivación con el estudio y la realización de las tareas escolares a partir del regreso a clases presenciales”.
  • “4 de cada 10 hogares cuyas niñas, niños y adolescentes retornaron a las escuelas en 2021 experimentaron dificultades organizativas de distinto tipo”.

“El 90% afirmó que estaban contentos de volver a la escuela“.

CUESTIONES DE ACCESO

Así como durante el 2020, y ahora la combinación de modalidades en el 2021, hace que lo referido al acceso a dispositivos e internet sea clave como condición para sostener  la escolaridad. Unicef aporta:

  • “La proporción de hogares con disponibilidad de computadora, que alcanzaba el 48% en junio del año pasado se ubicó en 53% en el último relevamiento”. 
  • “El 28% de los hogares con conectividad adquirió este recurso durante 2020 o a comienzos de 2021”.
  • “La proporción de hogares con conexión domiciliaria pasó del 70% al 81%”.

No obstante, se completan los datos indicando que prácticamente la mitad de las familias (47%) aún no cuentan con una computadora, y que 1 de cada 5 hogares sigue sin acceder a conectividad domiciliaria. 

Este panorama general a nivel país presenta asimetrías en función del nivel socioeconómico y también a nivel regional: en el NEA y el NOA crece la proporción de hogares con menor acceso a TIC.

Para acceder al informe completo, se puede visitar la página oficial de Unicef, en la sección de publicaciones: https://www.unicef.org/argentina/publicaciones-y-datos.  Una manera de poner en contexto, y repensar lo que hemos vivido grandes y chicos, durante estos últimos años.

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