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12, Enero 2021

El trap en el centro de la escena

Un recorrido por los orígenes del trap y los referentes musicales de la actualidad.

“…Recién me entero, que no puedo delirar, que me tengo que encerrar en un flash elemental rapero. No quiero, yo vuelo más allá de la gilada que impusieron…“. Así sentencia la letra de uno de los temas más reproducidos de Acru, que junto con Wos nos invitan a no conformarnos, a buscar más allá. Y les hacemos caso para bucear en la historia del trap.

Pablo Seco (fotografía), gentileza Cande Lombardo y Facundo Pérez (SSJ Records)

En los antecedentes encontramos que el trap es un subgénero del rap que apareció a principios de los 90 en Estados Unidos, donde existían las “trap houses”. También tenemos que remontarnos al hip hop, aquel que comenzó a sonar en la calle, en los años 80. Esas son sus inspiraciones, los lugares donde nace la rima.

Se ha escrito mucho sobre la cultura hip hop, el estilo del rap y el trap, y por supuesto sus diferencias. Los límites se superponen y la historia se cuenta desde diferentes puntos de vista. Hay debates sobre sus orígenes, sus precursores, y quiénes lo introdujeron en la escena del idioma español.

Lejos de representar a algunos “atrapados”, hoy es el estilo de artistas que se escuchan en los primeros puestos de la música del mundo. “Me metí en el estudio y me grabé una intro. Sé que es un palo solo con la demo. Acá rapeamo’ y hablamo’ de cero”, nos agitan Duki, Ysy y Rei en su colaboración.

El trap se caracteriza por el uso de sintetizadores, cajas rítmicas y el famoso autotune -un procesador de audio utilizado para la afinación de la voz-. El tipo de instrumental que se usa es más electrónico. Los traperos tienen el mérito de cantar o rapear con una gran habilidad lingüística y mucha velocidad.

Pero no solo la irreverencia es parte fundamental de este tipo de música, sino también las temáticas elegidas para agitar a viva voz cuestiones sobre sexo, política, drogas y dinero.

“La velocidad que se requiere para rapear implica una gran habilidad lingüística”.

El trap es mucho más que letras polémicas y voces con sintetizador. El auge está relacionado a la democratización del acceso a la tecnología, y con ello las posibilidades a la hora de crear música, y por supuesto, poten- ciar su difusión.

Se terminó el disco como unidad sagrada, hoy las estrellas son los singles y las colaboraciones. Ya no se festeja sólo el virtuosismo técnico y vocal, se aplauden buenas rimas y el carisma. “El músico artesano de la shit más fina. El alma, su materia prima. El músico costea al sistema. Crea, no destruye. Ese es su lema”, sentencia Ca7riel.

¿La movida del trap llegó para marcar un rumbo musical? Tiene adeptos y detractores… ¡pero no se puede negar el éxito de estos temazos que suenan por todos lados!

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